Como ya hemos dicho, la contracción
muscular depende de la energía suministrada por el ATP. La mayor parte de esta
energía se destina al efecto cremallera, pero también se necesitan pequeñas
cantidades para:
Bombear calcio desde el sarcoplasma hacia
el retículo sarcoplásmico cuando la contracción finaliza.
Bombear iones de sodio y potasio a través
de la membrana de la fibra muscular, manteniendo el ambiente iónico adecuado
para la propagación de los potenciales de acción.
La concentración de ATP presente en una
fibra muscular sólo mantiene a un músculo funcionado 1 ó 2 segundos solamente.
Este problema se soluciona refosforilando el ADP y convirtiéndolo de nuevo en
ATP. Existen tres métodos para solucionar este problema:
La Fosfocreatina: Esta contiene un enlace
fosfato de alta energía similar al del ATP. La fosfocreatina se desdobla
instantáneamente y la energía liberada se usa para unir un fosfato al ADP,
reconstruyendo el ATP. Este método no puede mantener la contracción más allá de
7 u 8 segundos.
El Glucógeno: Este está almacenado en las
células musculares. Se degrada rápidamente y libera energía, que se puede usar
directamente en la contracción muscular o para reconstituir fosfocreatina. Dos
características de este método son que no requiere oxígeno y su gran velocidad.
La acumulación de residuos no permite que
el uso de esta forma de energía se extienda más de un minuto.
Fosforo Creatina
Pablo esta completo tu tema y es interesante, te sugiero eso si que antes de publicarlo lo acortes por que se ve muy extenso en la pagina, por lo demás esta muy bueno
ResponderEliminarGracias Diego :) saludos
ResponderEliminarBuenísimo tu blog y su info. Me encanto :)
ResponderEliminarowwww gracias abi <3 saludos
EliminarPablo que buen blog has creado! esta muy interesante su tema y muy bien tratado, felicitaciones :)
ResponderEliminarwow, tu blog está fabuloso, me ha fascinado.
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